La NASA lanza una carga útil de prueba al espacio a bordo de un satélite estadounidense

El jueves se lanzaron desde California un satélite diseñado para mejorar el pronóstico del tiempo y un escudo térmico inflable experimental para proteger las naves espaciales de reingreso.
Un cohete Atlas V de United Launch Alliance que transportaba un satélite Joint Polar Satellite System-2 y una carga útil de prueba de la NASA despegó a la 1:49 a. m. hora local (3:19 p. m. EDT) desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg, al noroeste de Los Ángeles.
Desarrollado para la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, JPSS-2 se lanzó a una órbita terrestre de polo a polo, integrando satélites lanzados previamente en un sistema diseñado para mejorar el pronóstico del tiempo y el monitoreo del clima.
Los funcionarios de la misión dicen que representa la última tecnología y mejorará la precisión de las observaciones de la atmósfera, los océanos y la tierra.
Tras el lanzamiento del satélite, la etapa superior del cohete se dispararía nuevamente para acomodar una carga útil de prueba para el reingreso a la atmósfera terrestre y el descenso al Océano Pacífico.
Apodado LOFTID, abreviatura de Prueba de vuelo con moderador inflable en órbita terrestre baja, el dispositivo es un «aeroshell» que se puede usar para reducir la velocidad y proteger naves espaciales pesadas que descienden a la atmósfera, como Marte o Venus, o cargas útiles que regresan al suelo. .
Según la NASA, reducir la velocidad de una nave espacial pesada requeriría más resistencia atmosférica de la que pueden generar los escudos térmicos rígidos tradicionales que se colocan en cubiertas que rodean la carga útil a bordo de los cohetes.
El airbag LOFTID se infla hasta aproximadamente 6 metros de diámetro.
En la atmósfera enrarecida de Marte, por ejemplo, tener un caparazón aeroespacial tan grande comenzará a ralentizar un vehículo a grandes altitudes y reducirá la intensidad del calentamiento, según la agencia espacial.
Se esperaba que el proyectil cayera al océano varios cientos de millas al este de Hawái, donde lo esperaba un barco. La NASA esperaba recuperar el globo, así como el registrador de datos, que debían desecharse antes del amerizaje.